Resumen Arte e Imaginación: Hacía una construcción de Colectivos Inteligentes.
¿Qué es lo Virtual? de Pierre Lévy es un libro que señala la potencialidad del Internet en nuestra vida y actos, pero sobre todo nos da pistas de cómo construir colectivos virtuales inteligentes. El autor enlaza la tecnología y la filosofía para hacer palpable lo humano en lo técnico. Y es que para Levy, lo humano es lo que nos distingue de los animales y nos ha permitido llegar hasta este punto en nuestra historia y evolución. " Pero puede también el hombre mostrar su apertura al semejante en su pensamiento-en-acción, puede tomar en cuenta el interés del otro y de esta manera hacerse a sí mismo ‘relativo’." Es decir, somos individualistas o sociales en el momento en que existimos en libertad.
Kwant la entroncamos con lo propuesto en el libro de Pierre Lévy, en donde a partir de la ontología clásica, se nos cuenta que la virtualización es una desustanciación , que se expresa a través de la desterritorialización observamos el efecto social que tiene como fundamento el anillo de Moebius, según el cual se pasa fácilmente desde lo privado hasta lo público, y viceversa, sin saber, como en las paradojas, dónde comienza lo público y dónde termina, para dar inicio a lo privado. Y en elipsis de las transformaciones y cambios que ha sufrido el pensamiento humano llagamos de la subjetivación individual a una idea más comunal a través del Internet es decir dejamos sustancia y territorio para ser una comunidad virtual que debe de replantear su propia existencia tal y como lo hizo Descartes en el siglo XVII para coincidir en el pensamiento y existencia, "Pensamos, luego existimos" y traducido a nuestros tiempos posmodernos "Publicamos, luego existimos". Lévy define la inteligencia colectiva como una inteligencia distribuida en todos lados, continuamente valorizada y puesta en sinergia en tiempo real. Cada uno de nosotros estamos integrados por el paso de otros seres y por lo tanto nuestro conocimiento posee una dimensión colectiva porque somos seres de lenguaje y habilidades aprendidas de otros.
Biológicamente hablando, nuestras inteligencias son individuales y parecidas , en cambio culturalmente nuestra inteligencia es altamente variable y colectiva. Smith menciona que existe otra tendencia en el hombre, que es "el deseo de mejorar nuestra condición, un deseo que, si bien generalmente calmo y desapasionado, nos viene desde la cuna, y no lo deja hasta que bajamos a la tumba". Cada hombre es un autoproyecto, como él lo denominó, que consiste en situarse a sí mismo como una mejora de la propia condición económica, busca acrecentar el propio capital y contiene el deseo innato de automejoramiento. El ser humano es capaz también de comprender el interés personal de su compañero y de llegar a un intercambio mutuamente beneficioso.
Sería genial que cada hombre, visto como un autoproyecto, que se sitúa a sí mismo y está en busca continua de una mejora de su propia condición participará no solo para sí sino para otros en la Red en busca de su propia mejora y busqué el bien social. En Crítica de la razón dialéctica, obra del filósofo francés Jean-Paul Sartre señala que el interés es una parte del mundo humanizado, que determina el ser social de una persona particular. Pero si se arrebata el sentido de dignidad humana, si se arrancan los valores mínimos del existir humano no hay razón de ser. Es definitivo que la inteligencia colectiva tiene mayor peso que la inteligencia personal, y si todos cooperamos y nos reconocemos como parte integral de ella respetando nuestros propios límites y capacidades observaremos una construcción inteligente.
Someter nuestra individualidad y capacidades para una comunidad con sentido y armonía, como lo manifiesta Sartre, es no sólo un gran reto sino el mejor experimento que puede transformar el mundo real y virtual. Jean Baudrillard al igual que Pierre Lévy señalaba la trascendencia de lo digital. " Para él "la inteligencia digital, que nos libera de nuestras limitaciones, dará paso a una individualidad desligada de las coacciones de la historia o el libre albedrío. " Es el reino de la objetividad pura que el hombre alcanza sólo al precio de su propia desaparición." Y es dónde se nos plantea la necesidad de reconocernos en un mundo e inteligencia colectiva y digital.
Baudrillard se planteaba ¿por qué todo no ha desaparecido aún? que remite a la clásica pregunta ¿por qué algo en lugar de la nada? y él otorga una simple respuesta al ser humano que es la Dualidad. Todo no ha terminado aún porque si bien el hombre es capaz de programar su propia desaparición también lo es la máquina. Esa duplicidad que conlleva el bien y el mal como semilla latente del hombre puede ser orientada hacia el bien común. Queda claro que en nuestra sociedad física, tal y como la conocemos ha existido siempre un desequilibrio en fuerzas económicas, materiales y, por qué no, hasta espirituales, si todos los errores que se han cometido a lo largo de la Historia Humana lo podemos evitar en la construcción de un mundo virtual creo que habremos dado un gran paso para una inteligencia colectiva de calidad.
Es bueno considerar también otros elementos que Pierre Lévy pone juego en su libro ¿Qué es lo Virtual? y me parecen importantes para crear una inteligencia colectiva. "El artista para Lévy juega un papel importante en los colectivos inteligentes porque debe "maquinar un dispositivo que permita a la parte todavía muda de la creatividad cósmica hacer oír su propio canto." Y el nuevo tipo de artista es el que no solamente cuente historias sino que sea "un arquitecto del ámbito de los acontecimientos, un ingeniero de mundos para miles de millones de historias venideras. Ella debe de estar integrada en toda la actividad virtual. Debemos ser residentes y no sólo foráneos del mundo virtual.
Por ello debemos ser responsables y sociales, Pierre Levy ya lo hacía notar como el nuevo paradigma "un nuevo auge en la creación de herramientas de ayuda en el campo individual y colectivo frente a la enseñanza de nuevas tecnologías". La capacidad creativa de construir conocimiento es lo que va a caracterizar la riqueza de un pueblo o una nación y por supuesto al colectivo inteligente dentro del gran mundo virtual.
« ¡Bienvenidos a la última residencia del género humano. Bienvenidos a los caminos de lo virtual!». No bastará solo con arrojarnos vivos en lo virtual con pasión y desenfreno, sino ser conscientes de nuestro trabajo y aportación diaria, ser plenos de llevar la verdad y el compromiso social. Y es donde sinceramente debemos esforzarnos por desarrollar fuertes cimientos, que al igual que la Revolución Francesa « Liberté, égalité, fraternité» de la mano con el arte, rijan el sentido de lo virtual y la inteligencia colectiva.
Fabiola Morales Gasca
Febrero 2020
Kwant la entroncamos con lo propuesto en el libro de Pierre Lévy, en donde a partir de la ontología clásica, se nos cuenta que la virtualización es una desustanciación , que se expresa a través de la desterritorialización observamos el efecto social que tiene como fundamento el anillo de Moebius, según el cual se pasa fácilmente desde lo privado hasta lo público, y viceversa, sin saber, como en las paradojas, dónde comienza lo público y dónde termina, para dar inicio a lo privado. Y en elipsis de las transformaciones y cambios que ha sufrido el pensamiento humano llagamos de la subjetivación individual a una idea más comunal a través del Internet es decir dejamos sustancia y territorio para ser una comunidad virtual que debe de replantear su propia existencia tal y como lo hizo Descartes en el siglo XVII para coincidir en el pensamiento y existencia, "Pensamos, luego existimos" y traducido a nuestros tiempos posmodernos "Publicamos, luego existimos". Lévy define la inteligencia colectiva como una inteligencia distribuida en todos lados, continuamente valorizada y puesta en sinergia en tiempo real. Cada uno de nosotros estamos integrados por el paso de otros seres y por lo tanto nuestro conocimiento posee una dimensión colectiva porque somos seres de lenguaje y habilidades aprendidas de otros.
Biológicamente hablando, nuestras inteligencias son individuales y parecidas , en cambio culturalmente nuestra inteligencia es altamente variable y colectiva. Smith menciona que existe otra tendencia en el hombre, que es "el deseo de mejorar nuestra condición, un deseo que, si bien generalmente calmo y desapasionado, nos viene desde la cuna, y no lo deja hasta que bajamos a la tumba". Cada hombre es un autoproyecto, como él lo denominó, que consiste en situarse a sí mismo como una mejora de la propia condición económica, busca acrecentar el propio capital y contiene el deseo innato de automejoramiento. El ser humano es capaz también de comprender el interés personal de su compañero y de llegar a un intercambio mutuamente beneficioso.
Sería genial que cada hombre, visto como un autoproyecto, que se sitúa a sí mismo y está en busca continua de una mejora de su propia condición participará no solo para sí sino para otros en la Red en busca de su propia mejora y busqué el bien social. En Crítica de la razón dialéctica, obra del filósofo francés Jean-Paul Sartre señala que el interés es una parte del mundo humanizado, que determina el ser social de una persona particular. Pero si se arrebata el sentido de dignidad humana, si se arrancan los valores mínimos del existir humano no hay razón de ser. Es definitivo que la inteligencia colectiva tiene mayor peso que la inteligencia personal, y si todos cooperamos y nos reconocemos como parte integral de ella respetando nuestros propios límites y capacidades observaremos una construcción inteligente.
Someter nuestra individualidad y capacidades para una comunidad con sentido y armonía, como lo manifiesta Sartre, es no sólo un gran reto sino el mejor experimento que puede transformar el mundo real y virtual. Jean Baudrillard al igual que Pierre Lévy señalaba la trascendencia de lo digital. " Para él "la inteligencia digital, que nos libera de nuestras limitaciones, dará paso a una individualidad desligada de las coacciones de la historia o el libre albedrío. " Es el reino de la objetividad pura que el hombre alcanza sólo al precio de su propia desaparición." Y es dónde se nos plantea la necesidad de reconocernos en un mundo e inteligencia colectiva y digital.
Baudrillard se planteaba ¿por qué todo no ha desaparecido aún? que remite a la clásica pregunta ¿por qué algo en lugar de la nada? y él otorga una simple respuesta al ser humano que es la Dualidad. Todo no ha terminado aún porque si bien el hombre es capaz de programar su propia desaparición también lo es la máquina. Esa duplicidad que conlleva el bien y el mal como semilla latente del hombre puede ser orientada hacia el bien común. Queda claro que en nuestra sociedad física, tal y como la conocemos ha existido siempre un desequilibrio en fuerzas económicas, materiales y, por qué no, hasta espirituales, si todos los errores que se han cometido a lo largo de la Historia Humana lo podemos evitar en la construcción de un mundo virtual creo que habremos dado un gran paso para una inteligencia colectiva de calidad.
Es bueno considerar también otros elementos que Pierre Lévy pone juego en su libro ¿Qué es lo Virtual? y me parecen importantes para crear una inteligencia colectiva. "El artista para Lévy juega un papel importante en los colectivos inteligentes porque debe "maquinar un dispositivo que permita a la parte todavía muda de la creatividad cósmica hacer oír su propio canto." Y el nuevo tipo de artista es el que no solamente cuente historias sino que sea "un arquitecto del ámbito de los acontecimientos, un ingeniero de mundos para miles de millones de historias venideras. Ella debe de estar integrada en toda la actividad virtual. Debemos ser residentes y no sólo foráneos del mundo virtual.
Por ello debemos ser responsables y sociales, Pierre Levy ya lo hacía notar como el nuevo paradigma "un nuevo auge en la creación de herramientas de ayuda en el campo individual y colectivo frente a la enseñanza de nuevas tecnologías". La capacidad creativa de construir conocimiento es lo que va a caracterizar la riqueza de un pueblo o una nación y por supuesto al colectivo inteligente dentro del gran mundo virtual.
« ¡Bienvenidos a la última residencia del género humano. Bienvenidos a los caminos de lo virtual!». No bastará solo con arrojarnos vivos en lo virtual con pasión y desenfreno, sino ser conscientes de nuestro trabajo y aportación diaria, ser plenos de llevar la verdad y el compromiso social. Y es donde sinceramente debemos esforzarnos por desarrollar fuertes cimientos, que al igual que la Revolución Francesa « Liberté, égalité, fraternité» de la mano con el arte, rijan el sentido de lo virtual y la inteligencia colectiva.
Fabiola Morales Gasca
Febrero 2020
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