Virgen de los Sicarios.

La historia comienza con el personaje de Fernando quién por su edad decide regresar a su ciudad natal, ya que él era de la idea de que si ya empezaba a contar sus últimos años era preferible morir ahí en aquella ciudad que había dejado atrás hace treinta años. A su regreso a Medellín y en su estadía empieza a tener una relación sentimental con un chico de 17 años llamado Alexis, quién no solo llego a ser su pareja sentimental sino su protector y guardaespaldas, ya que los chicos de aproximadamente esa edad o incluso menores se dedicaban a las ejecuciones, al asesinato por quién estuviera dispuesto a pagar por aquel especie de "servicio". Para Fernando es intrigante la forma en que Alexis realiza asesinatos sin inmutación alguna, de una manera fría, sin titubeos. Y no es para menos ya que todas las calles de Medellín son una especie de campo de guerra, donde la muerte esta prácticamente en todas las esquinas, algo que parece ya ha formado y tomado parte de la cotidianeidad de las personas, donde nadie se mete (incluso por miedo de ser el siguiente de perecer ahí mismo) o que incluso para algunos solo es un espectáculo de morbo más pero no algo que deba tocar fibras sentimentales de ningún tipo, prácticamente es un lugar donde el valor de la vida se a perdido completamente.
 El único contraste que se interpone entre todo aquel mar de violencia es irónicamente el momento en que Alexis o cualquier otro de los sicarios hace una encomienda hacia la Virgen Auxiliadora, a quién piden protección y que incluso encomiendan el éxito de sus "misiones" o asesinatos, donde existe un pensamiento ya normalizado e interiorizado de sino eres tu quién mata serás asesinado.